Dicen que en los albores de la naciente República Peruana los conflictos militares eran el pan de cada día, así pues, el mariscal Agustín Gamarra llamado el "Ángel negro del Cusco", cuando retornaba de su marcha triunfal de Bolivia al mando del Ejército Restaurador conformado por los batallones Quispicanchis, Urubamba, Paruro y Anta, se encontró en una emboscada con su enemigo del sistema político vigente de los años 1835 -1839, con el Ejército Confederado de Santa Cruz en las alturas del distrito de Quiquijana, actual laguna -de Yanaqocha (laguna negra). Ambos caudillos militares que pugnaban altos cargos de representatividad nacional se enfrentaron en una cruenta batalla a orillas de este gran lago.
La lucha era feroz de ambos bandos, la caballería, la artillería, los sables y los arcabuces sonaban como rayos, los hombres a grito y fuego corrían al choque, rodaban cabezas y muchos caían al suelo de bruces, otros se refugiaban en las montoneras de las llamas, muchas de las llamas con sus cargas de víveres y municiones eran presas fáciles de este enfrentamiento, con el estallar de los cañones muchos volaban en pedazos, otros servían de cubierta de los soldados que; parapetados en sus cuerpos inertes seguían disparando al enemigo, mientras la sangre mezclado de hombres y animales poco a poco convertía al lago en rojo (pucaqocha), todo este escenario estaba siendo observado por el Apu Ausangate.
Este escenario de sangre y dolor no podía soportar el Apu (Dios), su amargura y paciencia colmató mas cuando veía el sufrimiento de sus seres queridos las Uywas de llamas que morían despedazados, cortados, agonizando y aplastados por su carga, y a manos de sus hijos malvados los hombres.
En medio de esta feroz batalla apareció un soldado montado en su caballo blanco, vestido de armaduras blancas y con su espada de pura plata, que a lo lejos reflejaba como espejo o las illas (rayos), que al que se le cruzaba en su raudo galope; de un solo movimiento le atravesaba el corazón y rodaban cabezas de los intrusos, así avanzó hasta el lugar donde se encontraban sus pocas uywas que quedaban en esta lucha, los juntó en un solo grupo y batiendo su espada que formaba remolinos de viento les condujo directamente a la qocha, los soldados de ambos bandos cansados y mal heridos pudieron ver como las hermosas llamas se perdían en las espumas blancas de la laguna seguido de aquel soldado plateado.
Los sobrevivientes de esta batalla entre Gamarra y Santa Cruz, cuentan que aquel soldado que vieron ese día era el Apu Ausangate; que ha venido a recogérselo a sus uywas (ganado) las llamas del maltrato que le daban los hombres, se los arreó por la puerta de entrada (la qocha o laguna) al ukhupacha (mundo de abajo), de donde salieron un día a este mundo del (kaypacha).
El victorioso en esta batalla de Yanaqocha fue el general Santa Cruz y por ello, el Presidente de la Nación de entonces general Orbegoso, cambió la provincia de Quispicanchi por Yanaqocha siendo su capital'Quiquijana, esto por rencilla a los Urqueños que apoyaron a Gamarra, pero esto no duró mucho tiempo y se reestableció a su situación inicial.
La lucha era feroz de ambos bandos, la caballería, la artillería, los sables y los arcabuces sonaban como rayos, los hombres a grito y fuego corrían al choque, rodaban cabezas y muchos caían al suelo de bruces, otros se refugiaban en las montoneras de las llamas, muchas de las llamas con sus cargas de víveres y municiones eran presas fáciles de este enfrentamiento, con el estallar de los cañones muchos volaban en pedazos, otros servían de cubierta de los soldados que; parapetados en sus cuerpos inertes seguían disparando al enemigo, mientras la sangre mezclado de hombres y animales poco a poco convertía al lago en rojo (pucaqocha), todo este escenario estaba siendo observado por el Apu Ausangate.
Este escenario de sangre y dolor no podía soportar el Apu (Dios), su amargura y paciencia colmató mas cuando veía el sufrimiento de sus seres queridos las Uywas de llamas que morían despedazados, cortados, agonizando y aplastados por su carga, y a manos de sus hijos malvados los hombres.
En medio de esta feroz batalla apareció un soldado montado en su caballo blanco, vestido de armaduras blancas y con su espada de pura plata, que a lo lejos reflejaba como espejo o las illas (rayos), que al que se le cruzaba en su raudo galope; de un solo movimiento le atravesaba el corazón y rodaban cabezas de los intrusos, así avanzó hasta el lugar donde se encontraban sus pocas uywas que quedaban en esta lucha, los juntó en un solo grupo y batiendo su espada que formaba remolinos de viento les condujo directamente a la qocha, los soldados de ambos bandos cansados y mal heridos pudieron ver como las hermosas llamas se perdían en las espumas blancas de la laguna seguido de aquel soldado plateado.
Los sobrevivientes de esta batalla entre Gamarra y Santa Cruz, cuentan que aquel soldado que vieron ese día era el Apu Ausangate; que ha venido a recogérselo a sus uywas (ganado) las llamas del maltrato que le daban los hombres, se los arreó por la puerta de entrada (la qocha o laguna) al ukhupacha (mundo de abajo), de donde salieron un día a este mundo del (kaypacha).
El victorioso en esta batalla de Yanaqocha fue el general Santa Cruz y por ello, el Presidente de la Nación de entonces general Orbegoso, cambió la provincia de Quispicanchi por Yanaqocha siendo su capital'Quiquijana, esto por rencilla a los Urqueños que apoyaron a Gamarra, pero esto no duró mucho tiempo y se reestableció a su situación inicial.
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